Por: Amanda Font Martínez
Imágenes: cortesía del artista.
El pasado miércoles 8 de febrero quedó inaugurada, en el Palacio de la Alianza Francesa de Prado, la exposición personal Súbito, del joven artista Rolo Fernández.
Como viene sucediendo desde hace algún tiempo, la muestra gira en torno al “hombrecito” andrógino que se ha adueñado de los trabajos de Rolo en los últimos años, el mismo que ha sido llamado de múltiples formas, “amigo imaginario”, “alter ego”, “muñequito”, pero que hasta este momento no tenía un nombre propio. Este simpático personaje que un día apareció sin más en el imaginario de su creador evolucionó para convertirse en un sello de artista, no hay Rolo Fernández sin Súbito, este es su nombre.
Introspección, 2023. Óleo sobre lienzo 50 x 50 cm.
Nos ha acostumbrado a su presencia, a sus ocurrencias y sus travesuras. De la misma forma en que un niño acapara toda la atención de una habitación, así se adueña Súbito del lienzo. En sus inicios fue mudo, se comunicaba solo a través del ingenio de su creador que emplea los títulos como una especie de oración profética. El conjunto armónico que consigue Rolo entre imagen y título complementa y completa su obra, haciendo que el gesto más simple sea profundamente polisémico, podríamos tomar como ejemplos las piezas: Naufragio interior y Refugio, de la serie Ora pro nobis. Esta cualidad, a mi juicio inherente al arte abstracto, es muy difícil de conseguir con la figuración, pues —por lo general— lo que vemos y podemos comprender a simple vista está más propenso a no permitir lecturas de mayor profundidad.
Refugio, 2023. Grafito sobre cartulina 70 x 60 cm.
Como ya había anunciado, luego de esperar tantísimo tiempo a que el personaje pronunciara sus primeras palabras, hoy, en dicha muestra se presenta a sí mismo: una connotación simbólica y espiritual asociada a esta habilidad recién adquirida, lo cual es —quizás— lo más llamativo y distintivo de esta exposición con relación a las anteriores. Finalmente, se le ha dotado de “autonomía”, de un carácter que antes todos percibíamos, pero que ahora se va más allá de la voz de un artista a través de su alter ego, ya Súbito no es solo de Rolo Fernández, ahora es nuestro y podemos formar parte de su historia por medio de nuestra propia introspección.
Ser. De la serie Simples mentiras, 2023. Grafito sobre cartulina 30 x 30 cm.
Revés. De la serie Simples mentiras, 2023. Grafito sobre cartulina 30 x 30 cm.
Desde el punto de vista formal y compositivo no hay cambios significativos, continuamos en presencia de lienzos con fondos monocromos, en los que se ponderan la composición y el dibujo, todo lo demás son complementos. No obstante, me parece importante señalar la colaboración con Kevin Sánchez (Kesape), en la intervención de la fotografía Del otro lado del muro, 2022, pues es la única pieza de toda la muestra que transgrede el estilo al que estamos acostumbrados en Rolo. También resulta interesante mencionar la serie Simples mentiras que, si bien no se sale por completo de su metodología de trabajo como sucede con la mencionada colaboración, sí altera un poco el formato porque está realizada con la técnica de grafito/cartulina y son, precisamente, las únicas piezas de la muestra que incorporan texto como parte de la propia obra, es un relato contado a partir de palabras o frases que pueden adquirir un significado tanto de conjunto como por separado.
Del otro lado del muro, 2022. Fotografía digital. En colaboración con Kevin Sánchez (Kesape). Vista de la exposición.
No obstante, no necesitamos más que a este “hombrecito” con su isla y su virgen para comprender sus relatos, para identificar sus pensamientos, sentir lo que él siente, percibir su energía y hacerla nuestra, esta es la magia de la obra de Rolo. Sus trabajos trascienden la dimensión del cuadro, son el reflejo artístico de nuestra cotidianidad, filtrada por la experiencia personal del artista. Súbito es el medio para llegar a un fin, es la herramienta empleada para expresar, en un grito mudo, lo que con palabras no se puede decir.
Vista de la exposición.
Quizás sin proponérselo Rolo ha conseguido lo que muchos artistas anhelan, sus creaciones son disfrutables por todos: por los ojos entrenados, aquellos con la experticia para captar lo que es invisible a los ojos como dijo Antoine de Saint-Exupéry; y por los inexpertos que ven a través de un niño travieso e inteligente su realidad y la traducen a partir de su experiencia, en enseñanza.
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